lunes, 21 de enero de 2013

El ser capaz de decir lo que sentimos.

A veces sentimos cosas y no somos capaces de expresarla, muchas veces por miedo, otras porque elegimos ser guiados por el orgullo, y quizás hasta por querer actuar de una forma que no somos. Generalmente lo que hacemos es expresar eso que sentimos a la persona mas cercana (amigo, confidente, familia) que goza de nuestra confianza y este nos escucha con atención & nos dice lo que entiende correcto y así es como reaccionamos ante eso que nos
acontece asumiendo una postura errónea infiel a lo que sentimos viviendo una vida ajena. Pero que pasa en realidad con nosotros? Porque confiamos mas en lo q nos dice otro y no en lo que sentimos? Porque insistimos en evitar los riesgos? Porque siempre querer tener el control del tiempo y destino?

Hace mucho tiempo aprendí que Dios me creo a su imagen y semejanza con un lote de cualidades y capacidades de las cuales dentro esta el raciocinio, el poder de comunicación y los medios para desarrollarlo, ser capaz de decir lo que siento y asumir su consecuencia es un riesgo que decidí correr porque no soy compatible con la angustia, con las dudas, tormento y actuaciones; es cierto en ocasiones es sumamente difícil y los resultados no serán siempre los esperados pero es mejor estar claros y consientes de la realidad para así tomar decisiones firmes con la finalidad de mantener siempre el bienestar y alegría en nuestras vidas.

"Las heridas no se tapan al contrario hay que ponerle medicinas y ventilarlas" así mismo son los problemas, las dudas y la incertidumbre, uno tiene que aprender a identificar esas situaciones que ameritan nuestra total franqueza, aceptar las consecuencias de eso que pensamos/sentimos, y dejar que las cosas tomen su curso, que fluyan.

Lo único constante son los cambios, cuando asumimos vivir bajo nuestros propios estándares (Claro! Siempre manteniendo los principios/educación de la mano y respetando a los demás) empezamos a sentir plenitud, caminamos mas livianos, crecemos como individuo ya que estamos en paz con nosotros mismos, pero lo que es mas importante asumimos las realidades tal & como son y aprendemos a esperar el tiempo de Dios.

Cuando nos arriesgamos corremos riesgos pero cuando aprendemos a ver esos resultados objetivamente nuestra valentía, confianza, fuerza y emociones crecen y maduran.





No hay comentarios:

Publicar un comentario