Y es que la desgracia llega sin previo aviso, no nos permite prepararnos, simplemente llega y destroza el corazón, nubla la mente, y deja sin sabor la vida. Que impotencia da mirar hacia atrás y darnos cuenta que siempre fue obvio, que el error estuvo en nunca prestarle atención a los pequeños detalles que ahora analizandolos son los que nos permiten atar los cabos sueltos.
Que necesidad había!? Es la pregunta que merodea todo el día la mente, es difícil encontrar una respuesta que satisfaga la duda, porque todo lo que fuimos y hasta más se entrego.
Dicen que solo Dios sabe el porque de cada cosa, y que el SIEMPRE tiene el control, quizás tan solo el respondió a la insistente oración de que nos libre de todo mal, y uso el dolor como medio para que despertemos a la realidad y tomemos una desicion radical de cerrar capítulos mediocres.
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