La manera en que trabaja Dios, a veces la vemos como todo un misterio, mas sin embargo descubrí que no, es fácil, no intentes retener nada, vive los procesos y alégrate de los nuevos momentos; y así sucesivamente.
Hoy hablare en primera persona, ya que veré la escritura de hoy como desahogo y a la vez agradecimiento.
Después de durar años conociendo a una persona, aceptar que no somos compatible y de que no podía retenerlo mas tiempo me deprimía, pues estaba clara que apenas 1 año era el tiempo que debía durar esa persona en mi vida, mas sin embargo yo lo retuve 6 años mas, por consecuencia: sufrí, me hice mucho daño, pisotee mi dignidad, olvide mi orgullo, y lo peor de todo: tuve que aceptar que nada de lo que hacia funcionaba porque el tiempo de esa relación había caducado y yo seguía forzando. Dolió, cuanto dolió, llore como nunca había llorado, maldije, suplique al cielo piedad, le imploraba a Dios que por favor no me lo quitara, deje de comer por días, cambie mi humor, me aislé;
Y todo para que?! Para al final entender que debía superar eso, que no hay prueba que Dios mande mas grande de lo que podemos superar.
Pero eso no es lo mejor de todo, la historia continuo, claro! Es que la vida nunca se detuvo, aunque yo estaba parada ella continuaba avanzando.
Luego de caer bien hondo, de querer morir, encontré otra persona en el camino, un chico aparentemente espectacular, lindo, atento, inteligente, con una sonrisa hermosa, sumamente caballeroso, quien fue el encargado de entregarme el mensaje de Dios de que si me quito a mi ex novio es porque quería demostrarme que merecía mas que simples migajas, y vaya!* que me sorprendió pues aprendí qué el va trabajando de manera sabia, me enamore del trato, de lo extraordinario que era el mensajero de Dios, pero que pasa? Que simplemente era eso, un mensajero. El no vino a quedarse conmigo, simplemente vino a darme el mensaje, no era mío, pero yo otra vez quería retener el tiempo, hacerlo que dure un tiempito mas conmigo, y todos mis esfuerzos fueron en vano, y acabe de nuevo desorientada y dolida.
Hasta que me evalué y me di cuenta que sufría porque quería retener lo que Dios había escrito que debe seguir su rumbo, y puedo hoy decir que aunque sufrí, y en momentos ni quise seguir porque las lagrimas me cegaban lo que había adelante, por fin aprendí, y como puedo llegar a esa conclusión? Porque cuando decidí soltar, y vivir los momentos que Dios me regala, sentí la fortaleza, y como? Cuando vi de nuevo mi prueba y ya su abrazo no llenaba nada, cuando me di cuenta que en verdad ya me esta dejando de importar.
Gracias Señor por tu eterno amor, cuidado y protección, gracias por lo que me das, por lo que me quitas y por lo que tienes guardado para mi.
mi consejo: aprendamos a ver mas allá del dolor, y de los caprichos humanos que tenemos y aprendamos a confiar en Dios y a descansar en el, pedirle fortaleza cuando mas duela y darle gracias cuando nos saca del campo de batalla con momentos geniales.
Al final es él el que jamas se equivocara.. Simplemente DIOS ES LO MAXIMO.
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